martes, 2 de mayo de 2017

VI Medio Maratón Nocturna de Águilas


29-4-2017
Por Salvador Alba
  Como quiera que nunca me ha gustado mucho la épica del deporte, y menos aún la del popular, me permito emplear el tono irónico-burlesco que siempre me caracterizó en mi etapa de cronista del club para poner a los sufridos lectores de este blog  al corriente de mi participación, junto a mi hermano Antonio, en el VI Medio Maratón Nocturno de Águilas y 10 kms. (Memorial Juan Palazón), celebrado el pasado sábado, día 29 de abril.
   En primer lugar, debo decir que el motivo de elegir esta carrera no fue otro que el de compensar con alguna actividad deportiva la más que copiosa y diversa ingesta prevista para la estancia de ese largo fin de semana en Mojácar. Por otra parte, había vuelto a tener buenas sensaciones en el reciente Medio Maratón de Málaga y quise prolongar algo la temporada. La única prueba que localicé a una distancia razonable del alojamiento fue ésta de Águilas, de modo que, con mucha imprudencia y muy pocas averiguaciones sobre perfil y recorrido, me inscribí y embarqué a mi hermano para la carrera simultánea de 10 kms.  
  Con algún contratiempo, debido a la poca pericia de conductor y copiloto en el manejo del navegador del coche (que casi estrenaba mi hermano), tras soltar los bártulos en Mojácarllegamos a Águilas con el tiempo justo de recoger el dorsal y situarnos en la línea de salida. En el folleto informativo habíamos visto poco antes que se trataba de un circuito urbano que bordeaba las dos bahías de la ciudad, al que habría que dar una o dos vueltas, según la opción elegida. La primera impresión fue que el recorrido parecía asequible y agradable a la vista. Sin embargo, pronto observamos que lo cierto era que habría que dar más vueltas de las indicadas (en realidad, el dibujo de la carrera era el de un eterno 8 repetido) puesto que el circuito no pasaba de los cinco kilómetros, y que en cada vuelta había que recorrer más de un kilómetro por la arena de la playa, por lo que las expectativas de hacer un buen tiempo empezaron a difuminarse. En cualquier caso, disipadas pronto las pocas esperanzas de éxito deportivo, nos concentramos en hacerlo lo mejor posible y disfrutar del paisaje, que sí se prestaba a ello. En ese aspecto, el paisajístico, la experiencia es recomendable.
  En lo deportivo, la carrera fue de más a menos. Primeros kilómetros a una media de 4:15, hasta que la arena y los giros se interpusieron en el camino; no obstante, conseguí llegar al km. 10 en unos 43 minutos, pero a partir de ahí las piernas empezaron a pesar y el ánimo a decaer, con lo que el resultado final fue, vamos a decir,  discretamente aceptable: 1 h. 36 min. 34 segEn cuanto a mi hermano, que apenas lleva un año de corredor habitual, completó los 10.000 mtsen  50 min. 20 seg., buena marca para un inexperto Veterano F.  
  En cuanto a lo festivo, el asunto fue inversamente proporcional a la carrera: de menos a más. En la línea de meta, como debe ser, había cerveza de la de verdad y algunas viandas para acompañarla. A partir de aquí sí que no nos ganaba nadie, pensamos. Allí mismo, junto a la línea de meta,  empezamos a revelarnos como auténticas Estrellas de Levanteaunque había que ser prudentes hasta volver a Mojácar, donde sin duda nos hemos hecho merecedores de la corona triunfal de Baco.




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