viernes, 3 de abril de 2015

XV ASICS MEDIO MARATÓN VILLA DE MADRID 2015




El padre y el primogénito

(Crónica de Salvador Alba)

   Fue allá por principios del mes de noviembre del año pasado cuando, no precisamente por motivos atléticos, empecé a considerar la posibilidad de correr este medio maratón. Hacía más de un mes que mi primogénito había partido hacia la corte por motivos académicos y me pareció buena fecha para reencontrarnos entre las navidades y el verano. La fuerza de la sangre (que diría Cervantes, por otras razones) fue, pues, el determinante definitivo para decidirme. Coincidía, además, la carrera con el inicio de las vacaciones de Semana Santa, con lo cual era también posible disfrutar de unos cuantos días en la villa y corte.
   Varios meses de espera, por tanto, durante los cuales fui defendiéndome como gato panza arriba por diversas pruebas,  arrastrando las secuelas de una lesión en el sóleo, mal afrontada y tratada desde el principio. Había corrido la semana anterior el Medio Maratón de Málaga y las sensaciones habían mejorado, aunque sin encontrarme en plena forma.
   En fin, llegó el día previo a la cita y partimos en coche hacia Madrid. Muy cerca de la capital, entre Pinto y Valdemoro, mal presagio: oímos por la radio que se ha producido un robo importante en la Feria del Corredor. Pienso en ese momento que me he quedado sin bolsa del corredor. Reencuentro con el primogénito, comida acelerada y desplazamiento a la Casa de Campo para recoger el dorsal y lo que los ladrones nos hayan dejado. Cierto alivio (del egoísta): el robo ha sido en los estands comerciales de los patrocinadores y las bolsas están intactas. Foto triunfal: han puesto un trofeo y un podio para que inmortalicemos la farsa todos aquellos a quienes suelen mostrarse esquivos. Llegada al hotel, ducha y vuelta al centro de Madrid, paseos y diversas rondas de hidratación con zumo de cebada, acompañado de buen queso y jamón. No es la dieta mejor para un corredor serio, pero ¿quién ha dicho que lo sea o pretenda serlo?
   Mañana de la carrera y nuevas dudas de neófito. El hotel está lejos de la salida y no es nada  fácil aparcar cerca de la Puerta de Alcalá o de El Retiro. Por otra parte, no es cuestión de soliviantar a la pareja con un madrugón (bastante ha hecho la pobre con acompañarme). Desayuno frugal: plátano, aguacate y brebaje de avena y zumo (de la bolsa del corredor). Estimo la distancia para ir calentando a trote. Craso error: acabo sobrecalentado, pues tardo 35 min. en llegar, cuando la estimación era de 20 min. Algo positivo: me han colocado en el tercer cajón de salida, de donde salen los corredores con dorsal entre el 1.000 y el 3.000, creo. Parezco un corredor medio serio en ese cajón, pienso.
   A las 9 en punto salida de los hand bikes. A las 9:05, estampida general de los más de 20.000 corredores inscritos. Espectacular paso por la Puerta de Alcalá, desvío a la izquierda hacia la calle Velázquez y continua subida hasta el km. 10, justo hasta la altura de las Torres  Kio, cota más alta de la carrera. Tiempo discreto en ese km. (46:30, más o menos), pero pienso que recuperaré en la bajada hasta la meta. Nuevo error: no bajamos por donde subimos. Empieza un sube y baja rompepiernas cuyo final no acabo de ver. Llego al km. 15 todavía en un tiempo aceptable, con perspectivas de acabar en  1 h. 36 min.  aproximadamente, pero pasamos de largo por detrás de El Retiro y nos llevan hasta la cota más baja de la carrera (zona de Atocha), km. 18, desde donde se vuelve a subir más de dos kms. interminables hasta embocar la larguísima recta de meta (más de un km., ya dentro de El Retiro), en la que, para más inri, han colocado hasta cinco arcos, de forma que nunca sabes dónde acabas. Hago un último esfuerzo al vislumbrar el primero, pero todavía quedan más de 300 ms., con lo que llego asfixiado en un tiempo de 1:38:40, simplemente discreto.  Larga búsqueda de la familia entre el bullicio, reencuentro, buen desayuno  y vuelta al hotel (estupendo y barato, por cierto).
   Difícil para los acompañantes hacer fotos de la carrera entre el inmenso gentío, por lo que la galería es poco significativa. Parece ser que hay un documental realizado por Teledeporte, de unos 12 min., que se puede ver en TVE A LA CARTA, así como un vídeo de entrada a la meta.  
   En cuanto al resto, un par de días por el centro histórico de Madrid, y alrededores como Chinchón y Aranjuez, buenas cervezas (incluso algún culín de auténtica sidra asturiana) y buena comida, pero esto pertenece al ámbito más privado y no es cuestión de cansar demasiado a los pacientes seguidores de este atlético blog.



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